Finanzas Personales

Sesgos cognitivos y finanzas personales

Finanzas Personales

Con las decisiones de finanzas personales a veces vamos en piloto automático sin darnos cuenta.

La mente trabaja de maneras maravillosas. Una de ellas son los atajos mentales, o como la psicología los denomina: “heurísticos”.

Heurístico se define formalmente como la “manera de buscar la solución de un problema mediante métodos no rigurosos, como por tanteo, reglas empíricas, etc.”¹

Psicólogos, científicos y economistas entre otros han tomado este concepto en sus respectivas áreas para explicar un fenómeno que como humanos se nos presenta cuando nos enfrentamos a la toma de decisiones en el día a día.

Ya que resultaría imposible someter a la razón la totalidad de factores que determinan una decisión, nuestra mente utiliza atajos para arribar a conclusiones de una manera más rápida.

Pero lo que los heurísticos tratan de decirnos es que quizá no siempre éstas conclusiones estén basadas en razonamientos efectivos o eficaces, ya que podemos caer en un sesgo cognitivo basado en nuestras experiencias o percepciones de la realidad, la cual está a merced de nuestra historia personal.

Sin ésta herramienta con que contamos, resultaría muy complicado hacer la vida llevadera ya que de lo contrario pasaríamos horas sopesando situaciones y qué hacer en uno u otro escenario que se nos planteara.

Entonces nuestro cerebro de manera inmediata, ante una cuestión determinada, a la velocidad del rayo elabora un cálculo ipso facto, basado en hechos pasados o en asimilación de circunstancias mas o menos similares y los resultados posibles, para arribar a una conclusión sobre el tema planteado y determinar un curso de acción.

Los informáticos conocen bien este concepto. 

Imagina que una computadora tuviera que pasar siempre por los mil y un procesos necesarios para ejecutar el comando que se le ha indicado, y no tuviera un diseño en su software como para reconocer el patrón de ese comando y lo que se espera del mismo para las ocasiones siguientes, ¿qué tan lenta sería esa computadora? Bienvenidos a 1936. Hola Herr Konrad Zuse!

Entonces se les diseña un atajo en su software para que ante ciertos comandos se puedan predecir resultados que se le esperan, y la máquina no tenga que pasar por muchos procesos para arribar a los mismos. 

Se busca pues agilizar la cosa. Mucho de esto tiene la inteligencia artificial. Tema muy futurista y elaborado para éste humilde artículo.

Pero lo mismito nos pasa a nosotros todos los días a cada rato.

Nuestro cerebro utiliza atajos mentales para arribar a conclusiones respecto de muchas cosas que se nos presentan.

Existen varios ejemplos de atajos mentales tales como:

  1. El heurístico de la disponibilidad. “Mi abuelo siempre fumó y vivió cien años.” Pues sí, tu abuelo, pero qué dice la estadística al respecto. Cuando tenemos información más cercana y relevante para nuestros sentidos, la consideramos más precisa sobre aquella otra información que desconocemos o no hemos buscado.
  2. El efecto Dunning-Kruger. Los psicólogos J. Kruger y D. Dunning fueron responsables de un estudio en el cual determinaron que las personas con menos cualidades suelen sobreestimar sus capacidades mientras que los más preparados se consideran menos competentes de lo que realmente son. En sus palabras, “los incompetentes sufren un doble agravio, ya que no sólo llegan a conclusiones erróneas y toman decisiones desafortunadas, sino que su incompetencia les impide darse cuenta de ello”.
  3. El heurístico de anclaje y ajuste. Potencial comprador “¿Cuánto por ésta bicicleta?”. Vendedor “$10,500.00 pesos”. Comprador “Híjole que cara. No me alcanza.” Vendedor “Fíjese que es la última que me queda, déjeme ver si le consigo un descuento. (pequeña pausa revisando el tema con el gerente) Se la puedo dejar en $8,000.00 pesos” Comprador “¡Me la llevo!… (jejeje ya me ahorré dos mil quinientos)” Vendedor “¡Excelente! (A ocho mil pesos todavía tengo margen de ganancia)”. La información inicial se ancla en nuestra mente y cualquier información posterior se pondera en relación con ésta.²

Y de ellos nos valemos, atajos mentales, para posicionar nuestras lineas de pensamiento sobre muchos temas.

Uno de ellos, en el tema de las finanzas personales.

Pensemos por ejemplo, ¿porqué utilizas los servicios bancarios de un banco respecto de otro? ¿Realmente te pusiste a analizar todas las opciones que los bancos en México ofrecen? 

O simplemente tomaste la decisión de utilizar los servicios de uno porque te lo recomendaron, porque ahí te depositan la nómina en el trabajo, porque fueron más accesibles en darte tu primer tarjeta de crédito, porque ese que usas fue donde te autorizaron la hipoteca o crédito automotriz que hoy tienes, etc.

¿Dónde compras la despensa? ¿Siempre vas al mismo mercado?

 

O te la pasas revisando las ofertas entre uno y otro, cazando la mejor oportunidad, o mejor compras todo en uno porque igual y gastarías más gasolina en andar yendo a varios. Y de repente en ese al que siempre vamos ni cuenta nos dimos y ahora es más caro que al que dejamos de ir porque estaba más caro.

Pudiera ser que muchas de nuestras decisiones de finanzas personales se basan en atajos mentales.

Y uno de los atajos mentales que más peso pueden tener para nuestro futuro financiero tiene que ver con el enorme sesgo cognitivo de asumir que siempre tendremos la posibilidad de generar ingresos, porque estamos muy acostumbrados a ellos. 

El ejemplo de sesgo que te expuse en el inciso a) en párrafos anteriores. El heurístico de la disponibilidad.

Nos parece casi imposible pensar que el día de mañana, en el futuro, nuestra fuerza productiva o nuestra capacidad para generar ingresos se verá mermada.

Esto por que no vivimos en ese futuro sino que nuestra realidad se desdobla siempre en el presente, en este presente en el cual el status quo nos ha mantenido en la linea de pensamiento de que “esto” a lo que estamos acostumbrados es lo único que hay, y que como se ha venido repitiendo por muchos años siempre “seguirá”.

Y aunque en ciertos momentos de reflexión caemos en cuenta de que quizá esa perpetuidad pueda verse comprometida, los vaivenes diarios y la experiencia de cada ingreso percibido subsecuentemente semana a semana, catorcena a catorcena, quincena a quincena o mes a mes, difumina esa pequeña reflexión de que quizás nuestra fuerza productiva o la capacidad de generar ingresos en algún momento se vaya a detener.

Como cantara Rocío Durcal: “no cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor”. Pero te lo planteo así, no cabe duda que es verdad que la costumbre de percibirnos activos, jóvenes y pujantes, pueda ser más fuerte que visualizar un destino en el que ya no haya actividad, juventud o empuje. 

Repito, porque el sesgo cognitivo de la disponibilidad que nos presenta el “hoy” es más fuerte que la realidad que pueda presentar el “mañana” en el cual todavía no habitamos.

Decía Woody Allen: “Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.”

Y te comparto otra frase, ésta de Alan Kay: “La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo”.

Tomar conciencia de este sesgo cognitivo te podría beneficiar sobremanera para tener un futuro económico mucho más tranquilo.

Lauro Sández
Asesor Patrimonial

Fuentes:

¹ Real Academia de la Lengua Española, visible en http://dle.rae.es/?id=KHdGTfC, fecha de consulta 14 de agosto de 2018.

² Solo sé que no sé nada, Heurísticos y sesgos cognitivos: los atajos de la mente, visible en http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com/2013/01/heuristicos-y-sesgos-cognitivos-los.html, fecha de consulta 14 de agosto de 2018.

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