Gobierno de México

¡Maldito gobierno mal administrador, deberías aprovechar mejor los recursos públicos! ¿Y tú?

Gobierno de México

Si tu casa fuera México, tú y en su caso tu pareja fueran el Gobierno que administra los bienes de la Nación. Si sus ciudadanos fueran a su vez tú y tus hijos y/o dependientes económicos, ¿qué tanto se te podría reclamar como administrador?

Siempre se le reclama al gobierno sus malos manejos. Que si la corrupción y lo que roban del presupuesto, que si los programas sociales no fueron dispuestos en beneficio de la gran mayoría, que si no se aprovechó el boom económico que se tuvo en un momento, que si esto que si lo otro. 

Pero ¿qué onda cuando se trata de la administración de los recursos económicos de la casa?

Imagina que tu sacro santo hogar es tu patria y tu el gobierno.

Una circunscripción territorial bien definida en sus límites colindantes con las demás “naciones”, tus vecinos. 

Una cultura, tradición y herencia histórica que la identifica. 

Una serie de normas que la regulan hacia el interior. 

Unas costumbres que son casi ley.

Una población y un gobierno que la rige.

La población entonces serían todos sus integrantes y el gobierno los encargados del bienestar del hogar.

Entonces los gobernantes deberían velar por el bien de sus ciudadanos. Estos ciudadanos a su vez se verán beneficiados, o no, por el buen papel que desempeñen quienes están encargados de la administración de la Nación. Su destino y bienestar depende de ello.

Tu hogar, así como la Nación, cuenta con muchos elementos que si son bien administrados pueden crear un ambiente de bienestar perenne. Se pueden aprovechar sus recursos para potenciar el bienestar económico, o todo lo contrario.

Las decisiones económicas de tu Nación siempre recaerán en los administradores. Si ellos no realizan un buen papel, ademas de verse perjudicados, limitarán las opciones de sus ciudadanos.

Lo mismo que le exigimos al gobierno para generar bienestar se puede germinar desde el hogar.

Tú como ente rector de la economía de tu país, al tener la obligación de velar porque la misma mantenga estabilidad, aplicarás los mecanismos necesarios para que no entre en crisis o caiga en recesión.

Ya que los recursos nunca serán suficientes y siempre existirán mayores necesidades que satisfacer que las que el presupuesto permita, forzosamente se debe contar con un plan de administración para crear estabilidad financiera, o en su caso, para generar mayores reservas en los picos de auge económico y así estar preparado para las opciones y oportunidades que el futuro presente.

Los recursos de tu pequeña Nación imaginaria son tus capacidades, intelecto, vitalidad, experiencia, habilidad, entre muchos otras cualidades, que te permiten generar ingresos, pero que también te brindan la posibilidad de administrarlos para satisfacer las necesidades de tus ciudadanos y sus gobernantes, o sea, tú mismo.

La corrupción y los malos manejos del gobernante pondrán en jaque el presupuesto del erario y las consecuencias para la Nación serán un quebranto a su economía interna en perjuicio de las necesidades de su población en conjunto, para el presente o para el futuro.

Todos quisiéramos que nuestra Nación prosperará y se elevara en el ámbito económico para generar mayores oportunidades y bienestar a sus habitantes, pero si sus gobernantes no se enfocan en esa meta a largo plazo, será complicado conseguir resultados satisfactorios que se sostengan y multipliquen con el paso de los años.

La suerte difícilmente será una buena estrategia. Probablemente en alguna ocasión de un buen resultado, pero la planeación bien desarrollada y aplicada con eficacia reduce el margen de error y conseguirá siempre mejores frutos de manera constante.

¡Tu futuro está en tus manos!

Lauro Sández

Asesor Patrimonial

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