Seguro de Vida

Vida

Los nervios en el hospital van creciendo conforme pasan los minutos antes de que te llamen para presenciar el parto. ¡En cosa de un par de horas estás a punto de estrenarte como padre!

Mientras te preparas con tu bata y gorro, muchos pensamientos te vienen a la mente, entre ellos, ¿cómo te vas a sentir cuando sostengas por primera vez a tu bebe? Piensas quizá que entrarás a ese quirófano siendo una persona, pero seguro saldrás siendo algo más. 

Cuando ingresas ves a tu mujer postrada, aparatos médicos, al Ginecólogo quien te hace una broma para que te relajes, y en lo que menos piensas, escuchas por primera vez el llanto de tu bebé.

Al sostenerlo y verlo a sus ojitos caes en cuenta que acabas de conocer un nuevo tipo de amor.

Esa personita, tan pequeña e indefensa, dependerá de ti por muchos años por venir hasta que pueda sostenerse por sí misma. En el trayecto en que eso suceda, tener un seguro de vida puede apoyar su sustento económico en caso de que le llegaras a faltar.

Hay 3 tipos de seguros de vida:

  1. El que es muy económico y a un plazo determinado;
  2. El que su costo conlleva una devolución de lo que pagas por él al finalizar un plazo, pero su precio es más elevado; y,
  3. El que pre-pagas en un plazo definido para quedar asegurado de por vida.

Como cada uno es diferente en su naturaleza, el que se elija debería coincidir con cumplir el objetivo principal por el que se contrató, mantenerlo vigente en el trayecto en que nuestros dependientes económicos ya no lo son.

Si te gustaría conocer de las alternativas que existen en el mercado en seguros de vida, me encantaría conocerte y tener el honor de ser tu asesor.

«Tu futuro está en tus manos.»
Lauro Sández
Asesor Patrimonial

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